No le
digo a nadie lo que tiene que hacer, a menos que se me pida un consejo…aunque a
veces lo vea tan claro que no pueda reprimirme...
Algún
amigo a modo de censura y entiendo que para abrirme los ojos, me
sugiere que lea un link llamado “Dolça Catalunya”, y siguiendo su consejo veo
que éstos se autodenominan: “Som una colla de
catalans normals”.
Esto me
recuerda al Sr. Albiol, cuando recientemente dijo que se tenía que cerrar TV3 y
volverla a abrir con “gente normal”, era máximo dirigente
del PP en Catalunya por aquel entonces…no tengo más comentarios su señoría...
También hay quien censura la firma de mi correo
personal.
Efectivamente es obvio que la República Catalana no
existe de hecho, al igual que la república de mi casa o la de ikea, todas ellas
sólo existen dentro uno mismo, dentro del anhelo personal…que es el lugar más
importante.
Algunos censuran el que los delirantes
independentistas parecen proclamar a los cuatro vientos “los catalanes
son superiores a los españoles”, no sé de donde sacan aquella idea, me
imagino que del pozo de la frustración…sino, no entiendo que ondeen esta
declaración como verdad planetaria, no obstante yo sí encuentro una certeza en
esa frase y es la disociación entre catalanes y españoles.
Hay quien aún opina que lo que no interesa oír
y que se oiga, se debe censurar,
desde el marco de lo privado por supuesto, periódicos, cadenas de radio y tv
afines a una corriente de opinión, ya que la intervención directa de lo
público sería airear un tufillo poco aconsejable en una democracia consolidada.
Evidentemente al estado español y muy especialmente al tribunal supremo,
parece traerle al pairo que se les huela desde lejos.
Estas son las personas que en la anterior
dictadura se hacían llamar censores. Y suelen confundir odio con
discrepancia como dije recientemente en otro artículo, éstas son las que se
creen con todo el derecho a encarrilar a los díscolos…y si es posible a
encarcelarlos en prisión preventiva. Ya sabemos que hay quien aún piensa que la
tierra es plana.
Michel Bachelet, alta comisionada de la ONU
para los derechos humanos, el pasado 25 de Marzo aconsejaba a todos los
gobiernos del mundo, que envíen a sus casas
a pasar el confinamiento por el coronavirus a todos los presos a los que
se les pueda aplicar esta medida provisional. El tribunal supremo no ha perdido
tiempo en amenazar a los funcionarios de prisiones de que el que haga esto,
pensando especialmente en los presos políticos, podría ser juzgado
penalmente por prevaricación, estoy esperando ver la censura de los
periódicos españoles a esta decisión del tribunal supremo.
Quedaros en casa y cuidar de los vuestros.
Gràcies per el vostre temps i com sempre us desitjo una llarga i próspera
vida.
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