Hoy me levanté recordando a mis padres y a mi abuela, pasaron
a mejor vida hace ya un tiempo, los echo de menos…aún se me humedecen los ojos
al recordarlos, quizás no eran perfectos, pero quién lo es?
Hay un período en nuestras vidas que parece que ya molesten,
ese pensamiento pérfido lo he tenido alguna vez, pero afortunadamente lo he
despachado de mi mente con relativa facilidad y ahora me congratulo de ello al
recordarlo.
Recuerdo cuando les decía que los quería, con boca pequeña, casi
como avergonzándome de ello, pero ahora me congratulo de haberlo hecho.
Recuerdo cuando los sacada a comer fuera, a pesar de que ello
significara abandonar otros planes que en ese momento me parecían más
seductores que pasearme con los “viejos”, me congratulo de haberlo hecho.
Recuerdo las tardes de paseo, junto a alguno de sus muchos
perros, me pellizcaba una sensación de aburrimiento, pero ese pinchazo era
efímero, ahora recuerdo esos momentos con amor, me congratulo por ello.
Recuerdo las horas de paciente acompañamiento en sus
múltiples ingresos y visitas a urgencias de varios hospitales, al principio con
una agria la sensación de pérdida de tiempo, para dejar paso al sentimiento de
apoyo que personas de su edad tanto necesitan, me congratulo de haberlo hecho
con alegría finalmente.
Pienso cuando era un niño e iba a visitarlos los veranos,
ellos siempre viajando por todo el mundo, trabajando para nosotros y caigo en la cuenta
que en mis primeras visitas veraniegas ellos tenían entonces la edad de mi hija
Paula ahora , eran casi unos niños! Y ya con tanta responsabilidad sobre sus
hombros… cómo cambia la perspectiva.
Ya no están, y no me puedo congratular de ello, los echo de
menos…os quiero, un beso allá a donde estéis.
Llarga i próspera vida.
Toni bao
Comentarios
Publicar un comentario