artículo publicado en el periódico de Catalunya de 4 abril 2016 Vaya por delante que gran parte de mi vida he tenido perros ( y otros animales) en casa. Dicho esto, entiendo que la norma de que se puedan llevar a los perros a las playas de Barcelona, aunque al parecer está sujeta a ciertas fechas y horarios, debería revisarse. Yo nunca he llevado a los míos a la playa, y no parecían muy deprimidos por cierto. Una parte de las personas que los llevan, no recogen sus deposiciones sólidas y por supuesto ninguna de las líquidas. Me dirán que esto último sería rizar el rizo ya que las líquidas tampoco se recogen en la calle, pero se da la circunstancia de que , salvo excepciones, las personas no circulamos descalzos ni ponemos la toalla en las aceras ni en las calzadas de Barcelona, ni nuestros hijos hacen castillos de arena en ellas. Algunos no suelen atender a razones cuando se les avisa de su proceder y puede darse la circun...